futuros deseables 🔮
La generación de relatos para reforzar nuestro sentido de comunidad, un continente cargado de buenas ideas y nuevas cosmovisiones como el decrecimiento o el rewilding para combatir el cambio climático
🌈 1. Alimentar nuestro imaginario colectivo con nuevas narrativas es de vital importancia si queremos construir futuros deseables, futuros que persigan el bien común. El historiador Yuval Noah Harari nos dice que “podemos cooperar de manera flexible con innumerables extraños, porque solo nosotros, de todos los animales del planeta, podemos crear y creer ficciones, historias ficticias”.
🌎 2. Un archipiélago de realidades alternativas para un mundo mejor es lo que propone Ezio Manzini en su libro Cuando todos diseñan. El teórico italiano del diseño escribe: “Así que hoy debemos esperar estar viviendo esta turbulencia durante mucho tiempo, en un mundo doble donde dos realidades conviven en conflicto: el viejo mundo “ilimitado” que no reconoce los límites del planeta y otro que reconoce estos límites y experimenta con formas de transformarlos en oportunidades... Un continente está emergiendo... es una transición (larga para nosotros pero breve para la historia del mundo) en la que todos debemos aprender a vivir, y vivir bien, en las nuevas islas y, al hacerlo, anticipar cómo será la calidad de vida en el continente emergente”.
🏝️ 3. Utopía no es una isla es un ensayo para volver a creer que el futuro depende de nosotros y de las decisiones que tomemos de forma colectiva. Layla Martínez nos recuerda que, ante otros futuros aparentemente cegados, muchos y muchas decidieron transformar el mañana. Desde la obra de Tomás Moro a las sociedades piratas, desde las primeras comunas a la ciencia ficción soviética, desde el panafricanismo al ecosocialismo. Fracasos gloriosos y victorias amargas. Sí hay futuro, y tenemos que escribirlo.
🌻 4. El documental Demain nos muestra la capacidad transformadora de un grupo de personas que se une para cambiar su entorno. Diferentes iniciativas en el campo de la agricultura, la energía, la economía, la democracia y la educación nos enseñan cómo podría reinventarse nuestro mundo, el mundo de mañana. Porque como dicen en este artículo lo que necesitamos es menos cuentas y más cuentos.
💭 5. Imaginar posibles futuros alternativos a través de narrativas cinematográficas y piezas audiovisuales nos puede ayudar a visualizar, de una forma más sensorial, soluciones innovadoras para afrontar los diferentes desafíos de nuestro tiempo. En 2050 seremos diez mil millones de personas. Planet City plantea la siguiente hipótesis: qué pasaría si construyéramos una especie de megalópolis con los restos de todas las ciudades actuales y dejásemos el resto del territorio en manos de la naturaleza. Una especie de rewilding radical que, más allá de proyectar un futuro realista, ofrece un visión provocadora de mundos imaginarios que podríamos modelar de forma colectiva.
💫 6. El decrecimiento “es muy polémico porque es ir contra los valores con los que nos han educado: la superioridad humana por encima de otras especies, el crecimiento infinito de la economía, colonizaremos Marte, después Plutón, siempre más, más, más. Todo esto del decrecimiento es otra cosmovisión, es un cambio de paradigma, y por eso resulta chocante”.
🐬 7. Pensar mundos mejores pasa por observar nuestro entorno actual desde otros prismas, más heterogéneos y menos normativos. Una herramienta que te permite ver un jardín diseñado por insectos polinizadores. Unos pósters con una lista de animales que muestran comportamientos homosexuales, un fenómeno extendido y común en el mundo animal. Un viaje sonoro para sentir la crisis climática de nuestro planeta.